LA HISTORIA DE LAIKA

Estimadas personas:

 

Mi nombre es Laika, y la mayor parte de mi vida fue muy dolorosa... Fui rescatada en mitad del campo, perdida, desorientada y en los huesos, muy asustada y sin saber dónde iba. Me llevaron rápido al veterinario y descubrieron que, además de deshidratada y desnutrida, estaba embarazada. Por la zona en la que me encontraron y la raza que soy (mix de braco alemán), creen que pertenecía a un cazador que nos tenía a otros compañeros y a mí encerrados en un zulo en condiciones pésimas, sin proteccion contra el frío, sin cuidados veterinarios y sin ni siquiera una alimentación adecuada. Puede que me abandonara él o puede que yo encontrara una forma de escapar de ese infierno, la cuestión es que desde que la Asociación me rescató he conocido lo que es un hogar. Cuando di a luz a mis seis cachorritos todo iba bien: era una mami feliz y estresada, ¡como todas! Unos días después dos de mis bebés murieron, y desde entonces me sumí en un estado de tristeza y apatía constante que no me permitió comer ni cuidar bien de mis otros pequeños, por lo que las chicas tuvieron que esforzarse mucho para devolverme las ganas de vivir con alimentación especial, cuidados veterinarios y mucho cariño. Al final, y gracias a mi mami de acogida Rakel, pude recuperarme y volver a ser feliz. Mis bebés fueron adoptados y se encuentran en unas familias que los adoran, y lo mismo intentaron que yo consiguiera, una familia para siempre, pero lo que no sabían es que no se lo iba a poner fácil... Unos meses después apareció una adopción aparentemente ideal para mí y, tras hacer todos los trámites, me mudé con ellos. Pero yo no estaba a gusto, yo quería volver con Rakel y mis otros hermanitos humanos y peludos, así que en cuanto tuve la oportunidad me escapé dirección a mi antigua casa. Me han dicho que estuvieron casi una semana buscándome por todas partes, pero cuando más contenta me puse fue cuando me enteré de que Rakel también había cogido a diario su furgoneta junto a mis hermanos y había salido a por mí. Y entonces lo tuve claro: yo quería a mi familia de acogida más que a nada, y ella también me quería a mí, así que, ¿por qué no quedarme con ellos para siempre? Por suerte, Rakel pensó lo mismo y no dudó en acogerme indefinidamente. Y aquí es cuando entráis vosotros, los otros protagonistas de la historia. Como el tamaño del corazón no siempre se corresponde con el de la cartera, mi mami Rakel no tiene los recursos necesarios para mi manutención, por lo que un empujoncito nos es muy necesario.

Mi mami y mis hermanitos de acogida son lo mejor que me ha pasado en la vida, jamás he sentido tanto amor por nadie como lo siento por ellos, y tengo muy claro que el resto de mi existencia quiero estar a su lado contra viento y marea. Y tú puedes ayudarnos, ¿sabes cómo? ¡¡PUEDES APADRINARME!! Es muy fácil, solo tienes que destinarme unos eurillos cada mes y con ellos podré sufragar los gastos de alimentación y de veterinario, ya que yo solita no puedo pagar nada. Para ser mi padrino o madrina debes hacer un ingreso mensual de un mínimo de 5€ a través de PayPal o a la siguiente cuenta, indicando tu nombre y el mio:

¡AYÚDAME A SER FELIZ!

Apadrina de forma segura a través de PayPal AQUÍ

Realiza una transferencia

           Banc Sabadell              ES57 0081 1700 210001092314

Si tienes cualquier duda, escríbenos a info@animalesripollet.org y te ayudaremos a resolverla.